Lucia estudia y
trabaja. Acaba de comprarse un nuevo celular de ultima generación. Se lo merece
ya que se esfuerza en todo lo que hace y lo hace bien. Maravillada por el nuevo
aparato, aprovecha su viaje en micro para indagar y aprender a usarlo,
cualquier distracción es buena al viajar en transporte público, por lo menos en
nuestra capital.
Bruscamente le
arranchan el celular y antes que si quiera pueda levantar la cara y gritar,
otra mano la golpea fuertemente. Ambos sujetos salen del vehículo empujando a
quien se le interponga. No muchos se atreven a meterse y defender.
Lucia llora, está
asustada y tiene la cara hinchada. “Pudo ser peor” le dice una señora mientras
intenta calmarla. Lucia no merecía eso.
¿Hasta cuando
crímenes de ese tipo quedarán impunes?
Robos como estos
acontecen todos los días en nuestro país. Alguna vez, la Lucia de turno ha sido
conocida nuestra y nos hemos indignado o más traumático aun, alguna vez hemos
sido Lucia.
Algunos nos
indignamos cuando la justicia no protege a las personas. Asaltos, violaciones y
demás crímenes que quedan impunes en un mundo en el que la vida no vale mucho.
Casi todo juicio se
puede arreglar con plata de por medio, la gran mayoría de los policías pueden
ser coimeados y por ultimo todo abogado medianamente inteligente puede
encontrar como defender al más maldito, sino vean a Keanu Reeves defendiendo
con éxito a un profesor pedófilo en “El abogado del diablo” La moral y lo
correcto son para tontos en un mundo en el que debes pensar en ti en ti y en
ti.
Cuando el mundo se cae a pedazos y la gente piensa de manera utilitarista y prosociedad, surgen “Superhéroes de carne y hueso” Denominación para aquellos que han decidido tomar la justicia en sus propias manos y proteger a los que los necesitan usando gas pimienta, chalecos antibalas y, claro, trajes sacados de películas.
No es algo menor, no
se trata de acontecimientos aislados, en Estados Unidos un sitio en internet
llamado www.reallifesuperheroes.org tiene una lista de 660 “Superhéroes” en
todo el mundo. El ultimo caso que ha resonado es el de Benjamin Fodor, más
conocido como Phoenix Jones, quien terminó en la cárcel por interferir para
evitar lo que él consideró podía terminar en una pelea. Se trató de un acto con
buenas intenciones, característica básica de esta manera de justicia.
En la versión
peruana de estos “Superhéroes de carne y hueso”, por que para todo hay una
versión peruana, la semana pasada un “vengador anónimo” asesinó a un ladrón e
hirió a otro al impedir que estos lleven a cabo un atraco en el micro en que
viajaba. Su identidad es desconocida aún pero la mayoría de comentarios del
pueblo han sido a favor.
Para mala suerte de
los ladrones, se encontraron con este personaje en el lugar y a la hora
equivocada. Suceso meramente azaroso. Aun así, si vas a delinquir debes saber
que te la juegas en cada robo. Para buena suerte de los pasajeros, este
“vengador anónimo” los libro de un robo. Decir si la muerte de estos ladrones
es justa o no, siempre será relativo.
El hecho es que algo
está mal y ya no basta con Tyler Durden formando un club de la pelea y, a su
modo, intentar equilibrar la situación en una sociedad desigual o Anibal Smith
y sus compañeros acudiendo a ayudar a los indefensos a pesar de ser cazados por
crímenes que no cometieron. La corrupción y la injusticia existen también en la
vida real y algo se debe hacer.
Las personas ya se
cansaron de los abusos y al no encontrar respuesta en aquellos que deberían
protegerlos. Somos animales enjaulados siendo picados con una vara, apenas se
abre la reja nos comemos al que nos hostigaba.
¿Anarquistas? Lo
serían si en el mundo no imperara la injusticia.
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