Una
palabra para describir a Joe: Positivo.
Muy
temprano se levanta y sale a correr; 40 minutos exactos. Al volver prepara el
desayuno para su esposa e hijos. Sube, besa en la frente a su mujer, se baña en
4 minutos y al bajar, desayunan todos en familia.
Al
trabajo, en metropolitano. Positivo Joe contamina cuando fuma y eso sucede sólo
algunas veces por semana. 5 minutos antes de las 9, Joe ya está en su oficina.
A pesar de ser el dueño, llega antes de la hora. Saluda sonriente a todos. Cada
día que no tiene un almuerzo de negocios, Joe invita a almorzar a algún amigo o
familiar para mantenerse en contacto. Una vez por semana, la invitada es su
abuela.
6 pm
en punto, Joe sale de la oficina y a las 6:20 ya está calentando para entrenar
en el gimnasio. 1 hora suficiente. 7:30 Joe sale limpio del gimnasio tomando
algún batido de frutas.
Aproximadamente
a las 10, acuesta a sus hijos luego de haberlos ayudado con las tareas o haber
jugado con ellos. Más o menos hasta las 11:30 Joe lee un libro, ve una película
o hace el amor con su esposa, depende de las ganas del día.
Hoy
es jueves y la mujer de Joe destila libido. Con la desesperación y el ímpetu de
un quinceañero pero con la experiencia de un hombre de barba blanquinegra, Joe se
apodera siempre de su hermosa mujer como lo haría un condenado a muerte en su
último encuentro sexual. Satisfechos, ambos comparten, en un cliché de
largometraje, un cigarro. Ella sólo fuma después del sexo, él fuma también en
otra situación.
Tendido
en la cama, aún con la luz de la lámpara encendida, Joe mira hacia el techo sin pestañear; ve formas, sombras y hasta escucha gritos. Finalmente, como siempre,
ve un rostro. El mismo rostro. Apaga las luces.
A
los 14 años, el edificio Barranquino de cuatro pisos en el que vivía Joe con su
mamá, se incendió. 8 personas murieron asfixiadas y calcinadas, incluida la
madre de Joe. El culpable fue el desequilibrado hijo menor de una de las
familias del tercer piso. Joe fue a vivir con su abuela, acabó el colegio a los
16 y la universidad a los 21. Luego una maestría en España y a los 23 su empresa
ya estaba formada. A los 25 adquirió un particular gusto por el golf y a los 31
se casó.
Los
sábados por la mañana, Joe es el único que va a la oficina. Este sábado llega
alrededor de las 11. Jala la silla y se sienta frente al computador, se dispone
a terminar de ver Misery película que
dejó inconclusa el miércoles. Culminado el film, baja por las escaleras al
segundo sótano. Se detiene frente a una puerta de metal roja, extrae de su bolsillo
un manojo de llaves y abre una, dos, tres puertas rojas.
![](https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0kKagGwFNDzZhSlOn_HEdM4LeZH59k6nfoB0PGiuNpOZmTwPteo5YMXlIb73rqat_YSm5o3ZiOjmf936qzsUy2zSZglELUamXNzFMcvL1kSK-3g-4_fJ9Vwaw3DIziDHJQeaTY0lWe4fX/s1600/texture_ballgolf.jpg)
Hace
3 años, Joe se topó con una noticia poco mediática. Al día siguiente salió de
viaje en su camioneta negra con destino a Ica. Luego de 4 días volvió
reconfortado.
Un
grito proveniente desde el alma, un grito que parece desgarrar la garganta y
regurgitar los intestinos. Joe deja caer la comba que acaba de quebrar como un
palo de helado la pierna derecha de Sixto. Enciende un cigarro y se pasea un
poco por la habitación, se siente Mr. Blonde en plena danza de tortura en Reservoir Dogs. Luego se para al lado izquierdo de Sixto y recorre
con la mirada las rojas paredes del cuarto. Se invade de ira y aprieta la mandíbula
antes de despotricar.
Está semana, un imbécil atropelló a 5
personas en un paradero. Tenía más de 70 papeletas. El
puño de Joe se hunde en el estómago de Sixto.
Más de 20 familias han sido estafadas
por falsos vendedores de terrenos en Villa El Salvador y la policía los está
botando como perros. Mientras tanto la selección peruana está de paseo por
Europa. Joe saca de un cajón una pelota de golf, toma la comba
y efectúa su mejor tiro. El secreto
radica en el primer golpe Sixto. La calidad de tu approach determina el éxito o
fracaso del juego- dice Joe y al instante le quiebra la otra pierna.
Sixto
no es el inestable niño que incendió el edificio donde vivía Joe. Sixto es un
pirómano que incendió su casa de esteras con su esposa es hijas dentro. Joe
inventó un viaje de trabajo, se fue unos días, investigó un poco e hizo lo que
la policía no pudo. Capturó al asesino y lo encerró en el sótano de su trabajo.
Joe
deja caer nuevamente la pesada herramienta. Abre los puños y camina hacia el cajón
de dónde sacó la pelota de golf. Extrae de ahí vendas, sulfato de calcio y prepara yeso para las piernas de Sixto. Esta noche estará
jugando con sus hijos.
Están
los que cogen de punto al más débil, otros matan animales por deporte. Algunos
consumen todas las drogas posibles mientas que el cuerpo les da. Existen los
que se quejan marchando y los que hacen música de su odio. Claro, también están
los más sanos, aquellos que cuelgan un saco de box en su cuarto. Todos, de alguna manera, canalizamos nuestra ira, nuestra disconformidad con la vida, Joe tiene a
Sixto.